Según las autoridades, su objetivo es brindar a los ciudadanos una «identificación digital segura» que les dará el acceso a servicios públicos, sociales y bancarios, tanto gubernamentales como privados.
Francia se convertirá en el primer país de Europa en implementar un sistema obligatorio de reconocimiento facial a nivel nacional, informa Bloomberg. El programa, llamado Alicem, es un proyecto que cuenta con el visto bueno del presidente francés Emmanuel Macron y está siendo impulsado por el Ministerio del Interior del país.
Según las autoridades, el objetivo de Alicem es brindar a los ciudadanos una «identificación digital segura» que les dará el acceso a servicios públicos, sociales y bancarios, tanto gubernamentales como privados.
Optar por no participar en ese programa no es una opción.
Alicem es una aplicación solo para Android, y el reconocimiento facial será su único habilitador. Las identificaciones individuales se crearán mediante una inscripción única que compara la foto de un usuario en su pasaporte biométrico con un video selfi tomado en la aplicación.
El video «capturará expresiones faciales, movimientos y ángulos» y medirá parámetros tales como «la distancia entre los ojos, la parte inferior de la nariz y el labio superior, y la colocación de las orejas». La aplicación, el teléfono y el pasaporte se «comunicarán» a través de sus microchips integrados.
Al introducir esa medida, Francia se unirá a los Estados que ya usan la tecnología. Pero París insiste en que, a diferencia de otros países, el sistema de identificación no se utilizará para controlar a los residentes.
A diferencia de China y Singapur, el país no integrará el reconocimiento facial biométrico en las bases de datos de identidad de los ciudadanos. De hecho, el Ministerio del Interior, que desarrolló la aplicación, sostiene que los datos de reconocimiento facial recopilados se eliminarán cuando finalice el proceso de inscripción.
Mientras tanto, el regulador francés, la Comisión Nacional de Información y Libertades (CNIL), se ha manifestado en contra de la idea, señalando que Alicem viola directamente las regulacioneseuropeas que cubrenel consentimiento y la privacidad de los individuos (el Reglamento General de Protección de Datos de la UE otorga a las personas el derecho a negarse a ser parte de un sistema, programa o red).
Además, en la sociedad francesa existe una preocupación generalizada de que el sistema pueda ser inseguro luego de un escándalo a principios de este año cuando el pirata informático Robert Baptiste ‘hackeara’ en 50 minutos una aplicación de mensajería gubernamental supuestamente ultrasegura.
Los legisladores de la oposición, por su parte, se preocupan por la integración del reconocimiento facial en las leyes para rastrear a los manifestantes violentos, como durante las protestas de los ‘chalecos amarillos’.