Las placas de Raspberry pi sin muy populares hoy en día debido a sus características y precios en general. Aún así siempre se busca nuevas opciones de mejora para este tipo de dispositivos. Y aunque suene descabellado, crear una Raspberry pi usando bacterias es factible.
Una futura Raspberry Pi podría estar hecha con bacterias, en un avance de la ciencia y tecnología que vendría a sustituir al silicio por organismos biológicos.
Un nuevo artículo sugiere que podríamos hacer cálculos con la ayuda de bacterias en el futuro. Sí, has leído bien. Con más conocimiento y esfuerzos, la biología puede cambiar nuestro hardware de silicio a bacterias.
Los investigadores Raphael Kim y Stefan Poslad de la Universidad Queen Mary (Londres, Reino Unido) explican en su artículo cómo la bacteria E.coli comúnmente encontrada podría funcionar como una Raspberry Pi.
La programación de tales “dispositivos” orgánicos no será fácil, pero una vez que aprendamos un poco más sobre cómo trabajar con el ADN, nuestras estaciones de trabajo comenzarán a parecerse más a un laboratorio de biología.
Los investigadores también han explicado cómo se llevará a cabo esta transición. En la actualidad, las herramientas y técnicas para realizar experimentos a pequeña escala con microorganismos están fácilmente disponibles para las masas en general. A través de varios canales, puede comprar espacios para fabricantes o kits de apoyo para llevar a cabo tales experimentos. “Las bacterias, especialmente E. coli, son una herramienta ideal para proyectos de biohacking, dado que son fáciles de adquirir, cultivar y mantener”.
Evidentemente trabajar con este tipo de dispositivos orgánicos no sería nada sencillo, y en ello entraría en juego el trabajo con el ADN, con lo que las actuales estaciones de trabajo tecnológicas comenzarían a parecerse más en el futuro a laboratorios de biología.
A pesar de que parezca ciencia-ficción, los investigadores señalan que en la actualidad las herramientas y técnicas para realizar experimentos a pequeña escala con microorganismos están disponibles de manera sencilla para las personas normales.
No obstante, entre los proyectos de biohacking más comunes figuran aquellos que tratan las bacterias E.coli, dado que son las más comunes y fáciles de adquirir, cultivar y mantener por cualquier persona. La cepa estándar de la E.coli es segura de manejar, y este tipo de cepas han sido diseñadas biológicamente para no ser patógenas y que no se propaguen fuera del entorno de laboratorio.
No obstante afirman que se puede comprar fácilmente la cepa K-12 en Estados Unidos y en la mayor parte de Europa. En todo caso los kits de inicio que están actualmente disponibles en el mercado no son muy fiables para llegar hasta tal punto de hacer una máquina a base de bacterias.
Evidentemente esto no solo es biología o tecnología, sino también ética, y es que contar con dispositivos electrónicos hechos a base de bacterias puede acarrear ciertas consecuencias tanto positivas como negativas al ser humano.
Con ese fin, el documento concluye:
“Aunque las bacterias altamente diseñadas pueden proporcionar sistemas de comunicación eficientes, en última instancia, son entidades biológicas que pueden producir resultados inesperados (por ejemplo, mutaciones). En general, si bien el uso de bacterias en IoT y HCI ofrece oportunidades emocionantes, también presentan nuevos desafíos éticos, que proporcionan caminos adicionales para el discurso “.