Independientemente de tu edad, alguna vez habrás escuchado hablar de Windows 95, aquella versión de Windows que ahora se escucha tan lejana, pero que en su tiempo marco una gran diferencia en cuanto a sistemas operativos de escritorio.
La llegada de Windows 95 supuso un auge de computadoras de escritorio. Con Una interfaz gráfica de usuario sencillo y envolvente que tenía como objetivo hacer de la PC un dispositivo doméstico, Bill Gates daba un golpe certero en el rumbo de sus sistemas operativo. No era la primera versión de Windows, pero Windows 95 tuvo un impacto extraordinario ante el público.
Windows 95 introdujo el Menú Inicio, una de las principales razones del fracaso de Windows 8. Hoy en día, todos sabemos que el Botón Inicio es el corazón y alma de un sistema operativo Windows para poder navegar a través de los programas. Todas las versiones posteriores del mencionado Windows lo incluían, excepto Windows 8.
Para ejecutar Windows 95, necesitabas un PC con un procesador 386DX o superior (486 recomendados) y al menos 4 MB de RAM (8 MB de RAM recomendado). Las versiones estaban disponibles en CD-ROM y disquete, con disponibilidad en 12 idiomas.
Junto con Windows 95, llegó Internet Explorer (ya jubilado), que se convirtió en el primer navegador web para muchas personas. En aquel momento los ordenadores eran más asequibles, tanto que se convirtieron en un dispositivo doméstico. Gracias a la ardua labor de los ingenieros de Windows y Bill Gates, en 1998, Microsoft se convirtió en la empresa más grande del mundo.