Es normal que algunas clases simplemente no logren captar nuestra atención. Ya sea por el tema o porque la forma de enseñarlo no es la más atractiva, estar en una clase aburrida puede parecer un verdadero desafío.
Pero aquí está la clave: aprender a concentrarte, incluso en esas clases, puede hacer una gran diferencia en tu rendimiento académico y, a largo plazo, en tus resultados.
¿Te ha pasado que mientras estás en una clase sientes que el tiempo no avanza? Miras el reloj cada pocos minutos, te distraes con cualquier cosa y simplemente no logras conectar con el contenido. Tranquilo, no eres el único. A muchos nos ocurre lo mismo, pero lo importante es que existen métodos para hacer esas clases más llevaderas y, lo más importante, aprender algo útil.
A continuación, en Facialix, te compartimos algunas estrategias prácticas que puedes aplicar desde ahora para sacar el máximo provecho de esas clases que no disfrutas. ¡Vamos a ello!
Consejos para mejorar tu experiencia en clase
1. Utiliza un juguete antiestrés
Cuando sientes que no puedes concentrarte y la clase parece interminable, un juguete antiestrés puede ser tu mejor aliado. Juguetes como pelotas antiestrés, fidget spinners o incluso slime pueden ayudarte a liberar tensión mientras sigues prestando atención.
Lo más interesante es que puedes fabricar algunos de estos juguetes en casa. Es una forma sencilla de mantenerte activo sin distraerte por completo de lo que está ocurriendo en clase.
2. Conversa con tu profesor
Si te cuesta mantener la concentración en ciertas clases, una opción es hablar con el profesor. Explicar tus dificultades de manera respetuosa puede abrir una puerta para que el profesor te ofrezca alternativas o sugerencias que te ayuden a mejorar.
La clave está en plantear el problema como una búsqueda de soluciones. No se trata de criticar la clase, sino de pedir ayuda para poder obtener un mayor provecho del contenido. Esta actitud también puede generar una mejor relación con tu profesor, lo cual siempre es beneficioso.
3. Haz preguntas en clase
Si te cuesta concentrarte en una clase que no te gusta, una buena técnica es mantenerte activo participando. Hacer preguntas te obligará a prestar más atención y a involucrarte en el tema. Incluso si las preguntas no surgen durante la clase, puedes anotarlas y plantearlas al final o en otro momento.
Hacer esto te mantendrá alerta y, de paso, te permitirá entender mejor el contenido, lo que te ayudará a largo plazo.
4. No te quedes solo con lo básico
Es fácil caer en la trampa de quedarse con lo poco que entendiste de una clase aburrida, pero si realmente quieres aprender, debes ir más allá. Investiga por tu cuenta, pide apuntes a tus compañeros o busca recursos adicionales en línea. La información extra te ayudará a comprender mejor el tema.
5. Busca apoyo adicional
No dudes en pedir ayuda. Ya sea al profesor o a tus compañeros, siempre puedes buscar maneras de mejorar tu comprensión del contenido.
6. Prioriza las materias que más te cuestan
Cuando te sientes a estudiar, empieza por las asignaturas que más te cuestan. Dedicar tus primeras horas de estudio, cuando tu energía y concentración están en su punto máximo, a las materias más difíciles te ayudará a aprovechar mejor tu tiempo. De esta manera, tendrás más posibilidades de entender y superar esas clases que suelen ser un dolor de cabeza.
Asistir a una clase que no te gusta puede ser complicado, pero no es imposible lograr algo positivo.
